Reflexión n°3

Una lección cultural:

Retos y desafíos en mis prácticas durante el verano y cómo confrontarlos en manera profesionalmente

      He descubierto muchas cosas culturales a través de la práctica en el museo este verano. A veces, estas cosas me presentaron con retos porque no entiendo el contexto cultural. Por ejemplo, hay un hombre que no trabaja en el museo, pero él trabajaba en el museo hace poco tiempo. Ahora, está siempre cerca del museo. Cuando conocí a él, me parece demasiado amistoso; me dijo muchas veces que soy bonita y cosas como ésta. Luego, me clavó una flor a mi camisa. En las primeras semanas de la práctica, estaba incómoda como resultado de su comportamiento. Sin embargo, ahora entiendo que eso es sólo una parte de la cultura en España. Él se comporta de esta manera misma con todas las chicas del museo. Porque puedo entender un poco más de la cultura que antes, también puedo continuar trabajar sin problemas incluso cuando él está allí. Sólo necesito ser amable con él y hablar cuando habla conmigo. No busco su compañía porque todavía no estoy acostumbrada a todo de la cultura aquí, pero también, no me escondo.

      Cada día aprendo más de la cultura y cómo necesito compartirme. Al inicio, me parecía un desafío a tutear a los jefes, pero aprendí que es más incomodo para ellos si uso usted. Además, no sabía cómo contestar a la cercanía de los becarios y empleados. Sin embargo, ahora, entiendo cómo comportarme en una manera profesional en estas situaciones: necesito interpretar la familiaridad y el humor de cada situación y contestar de la manera misma. Si alguien me parece muy formal, uso usted y más espacio entre nosotros. Por ejemplo, sé que es importante ser menos formal con los clientes de Sevilla que con los de Europa oriental. No obstante, no me comporto en la manera perfecta cada vez. Hay que aprender más, pero eso pasa poco a poco.