Reflexión #2

Hoy cumplo mi quinta semana trabajando en la residencia. No me lo puedo creer que han pasado todas de estas semanas. A través de ese tiempo, he investigado mucho de la medicina y las enfermedades que padecen las personas mayores. La diabetes es un problema el control del azúcar. Por lo que los ancianos tienen la diabetes tipo II, sus cuerpos tienen una resistencia de la insulina que  funciona en permitir la entrada de la glucosa en las células. El otro problema que muchos de los ancianos padecen es la coagulación de la sangre, lo cual se mantiene con el medicamento ´´Sintrom.´´ También, he visto muchos residentes regresar de la cirugía de las cataratas de los ojos. He ayudado poner las gotas en sus ojos después de la cirugía con la observación del oftalmólogo que viene cada semana a la residencia.

A pesar de la medicina, me he encantado cuidar a los residentes. Una cosa muy importante que he aprendido aquí en la residencia es que cuando viene el médico para consultar a un anciano, no hay que hablar totalmente sobre las cosas médicas. Entre el médico y el paciente, hay que tener una relación, es decir, una conexión para que el cliente se sienta muy contento. Por ejemplo, me he fijado que cuando un residente no se siente muy bien en el día, si yo hablo con él sobre lo que él le gusta, su cara brilla y se siente un poquito mejor. ´´Los médicos no curan, solo ayudan,´´ un medico de medicina general me lo ha dicho.

Aquí hay un residente que tenía un accidente cerebro vascular y también tiene hemiparesia del lado derecho del cuerpo, ese lado no tiene movimiento. Su habilidad de hablar es muy limitada. Aunque, él me ha dicho que ha viajado a muchos países cuando era joven. En las mañanas cuando vengo, le digo, ´´¡Buongiorno!´´ de italiano, y él me responde ´´¡Alo!´´ de Alemán. Cuando nos decimos los saludos en los otros lenguajes, él se pone una sonrisa tan bonita. Normalmente él está muy callado por sus incapacidades. Me da muchísimo alegro ver a los ancianos sonreírse  y por un momento se olvidan de sus dolores. Tengo muchísimos cuentos así con los otros ancianos aquí en el Hospital de la Caridad a través de este mes pasado y para las próximas tres semanas espero tener más.