Reflexión #1

Ya llevo casi un mes trabajando en el hospital de la Santa Caridad. Yo puedo decir que he aprendido mucho y que estoy desarrollando habilidades útiles. Primero, la cosa más importante que estoy aprendiendo en la residencia es acomodarme en el idioma de español. Cuando llegué a Sevilla al principio, he tenido una base fuerte del lenguaje pero me sentí un poco incomoda con el acento sevillano. Ahora, entiendo a los ancianos y los auxiliaros muchísimo mejor y me alegro por eso. También lo que he aprendido es como hablar con los ancianos. No he tenido mucha experiencia de hablar con la gente mayor, entonces estaba un poco nerviosa para empezar una conversación con los residentes, o de que deberíamos hablar, y si puedo tener sarcasmo o chistes, o solamente hablaríamos como profesional. Bueno, he aprendido que es mejor principalmente usar la forma de usted y cuando nos sentimos cómodos, puedo usar la forma de tu. Me dio cuenta que a muchos de los ancianos, les gusta bromear y reírse.      

También he aprendido muchas cosas de la medicina y como cuidar a los ancianos cuando vienen para las consultas medicas. Es importante que hablemos claramente y despacio para que ellos puedan entender lo que padecen o necesitan. También en esta práctica he desarrollado unas habilidades: como tomar la tensión arterial, inyectar la insulina, hacer las pruebas del control de glucemia, poner gotas en los ojos, aplicar crema en las piernas del psoriasis, y como aplicar los vendajes apropiadamente. Finalmente, ahora yo sé como interactuar con los ancianos que padecen alzhéimer, demencia, y esquizofrenia. Es necesario saber cómo portarse con estos ancianos porque son trastornos psicológicos muy comunes.